A partir del 1° de junio entrará en vigencia un nuevo esquema que permitirá la libre circulación de dólares no declarados en Argentina. El denominado «Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos» tiene como objetivo formalizar más de USD 200.000 millones que se encuentran fuera del sistema financiero, sin aplicar penalidades ni requerir información sobre el origen de los fondos.
El Gobierno Nacional presenta esta medida como un cambio estructural más que un simple blanqueo tradicional, alineándolo con el concepto de «dolarización endógena». La iniciativa incluye la eliminación de múltiples regímenes informativos que anteriormente obligaban a reportar gastos como expensas, servicios públicos, compra de autos usados o propiedades inmobiliarias.
Las modificaciones en los umbrales de información financiera representan cambios sustanciales en el sistema de control fiscal. Para transferencias y acreditaciones bancarias, el umbral se eleva de $1 millón a $50 millones para personas físicas y $30 millones para personas jurídicas. En el caso de extracciones en efectivo, donde antes se informaba cualquier monto, ahora el límite se establece en $10 millones para ambos tipos de personas. Según el ministro Caputo, estas medidas buscan «devolverle la libertad a la gente» y reconocer los efectos de una presión fiscal excesiva sobre los contribuyentes.