La administración Trump ha anunciado planes para reemplazar la normativa implementada por el gobierno de Biden que restringía severamente la exportación de chips avanzados para inteligencia artificial. Esta decisión representa un cambio significativo en la política comercial tecnológica estadounidense, con potenciales implicaciones para las relaciones comerciales con China y otros mercados internacionales, así como para las empresas líderes en el sector de semiconductores.
Según informó el Departamento de Comercio, la actual regulación, que estaba programada para entrar en vigor el próximo 15 de mayo, será sustituida por un marco regulatorio más simple que, de acuerdo con los funcionarios, busca «fortalecer la innovación y el liderazgo estadounidense» en el campo de la computación avanzada, al tiempo que pretende «reducir la complejidad y las trabas burocráticas» que enfrentan las empresas exportadoras de tecnología. Esta flexibilización podría beneficiar particularmente a fabricantes como Nvidia, cuyas acciones ya reaccionaron positivamente ante los rumores de este cambio regulatorio.
Aunque la administración ha manifestado su intención de implementar este nuevo enfoque, aún no se ha establecido un cronograma definido para la presentación y entrada en vigor de la nueva normativa. Los analistas del sector tecnológico interpretan esta medida como parte de una estrategia más amplia de la administración Trump para redefinir la política comercial tecnológica de Estados Unidos, buscando un equilibrio entre la seguridad nacional y la competitividad global de las empresas estadounidenses en un sector considerado estratégico para el futuro económico del país.