Las principales consultoras privadas convergen en sus proyecciones para la inflación de mayo, anticipando un registro mensual del 2%, lo que representaría una nueva desaceleración del Índice de Precios al Consumidor. Esta cifra, aunque muestra pequeñas variaciones entre las distintas estimaciones consultadas, mantiene un consenso sólido respecto a que el dato no experimentaría una caída por debajo de este nivel de referencia.
El comportamiento inflacionario proyectado genera perspectivas mixtas entre los especialistas del sector. Si bien el dato constituiría una señal positiva en términos de moderación, diversos analistas señalan que la inflación núcleo mantiene estabilidad respecto a los niveles registrados en marzo. Esta situación indica que la reducción del IPC general respondería principalmente a factores de naturaleza transitoria, incluyendo efectos estacionales en precios específicos y el comportamiento de tarifas sometidas a control gubernamental.
Un elemento adicional que contribuye a la contención del índice general radica en la moderación observada en las negociaciones paritarias, las cuales se están cerrando por debajo de los niveles inflacionarios registrados. Este fenómeno ejerce un efecto de desaceleración en los costos laborales, impactando indirectamente en la formación de precios del conjunto de la economía. La dinámica actual sugiere que, pese a la mejora en el indicador general, los componentes estructurales de la inflación requieren un seguimiento detallado para evaluar la sostenibilidad de esta tendencia descendente en los próximos meses.