Brasil registró en abril un déficit por cuenta corriente de 1.347 millones de dólares, cifra por debajo de los 2.000 millones esperados y también inferior al registro del mismo mes del año anterior. Esta mejora obedece a menores déficits en las cuentas de servicios y de pagos de factores, evidenciando un fortalecimiento en la balanza externa del país.
La inversión extranjera directa superó ampliamente las previsiones al alcanzar los 5.491 millones de dólares, reflejando la confianza internacional en la economía brasileña y sus perspectivas de crecimiento. Este flujo de capitales contribuye significativamente a financiar el déficit externo y respalda la estabilidad del real brasileño.
Aunque el superávit comercial se redujo interanualmente, lo hizo en menor medida que en meses anteriores, en un contexto de fuerte dinamismo económico que sigue impulsando las importaciones. En términos relativos, el déficit externo se mantuvo casi sin cambios respecto al PIB, ubicándose en (+3,22%). Paralelamente, el índice de confianza del consumidor aumentó a 86,7 puntos, reflejando una leve mejora en el ánimo de los hogares brasileños y fortaleciendo las perspectivas de consumo interno.