La inflación en la Ciudad de Buenos Aires mostró una pronunciada desaceleración durante el mes de abril, registrando un incremento mensual del +2,3%, significativamente menor al mes anterior. Sin embargo, un dato que genera cierta preocupación es que la inflación núcleo evidenció un aumento al +3%, lo que refleja una persistente rigidez en la dinámica subyacente de los precios.
En términos acumulados, el IPC porteño suma un +11,1% en lo que va del año, mientras que la variación interanual se sitúa en +52,4%. Al analizar por rubros, los incrementos más significativos se observaron en «Cuidado personal» e «Indumentaria«, ambos con alzas del +3,7%, mientras que el rubro de «Alimentos«, tradicionalmente sensible para la economía familiar, mostró un incremento moderado del +2,2%. La desaceleración general estuvo influenciada por una baja en los precios estacionales (-1,1%) y un alza controlada en los precios regulados (+1,5%).
Un análisis más detallado revela que los servicios experimentaron aumentos superiores a los bienes, con incrementos del +2,4% frente al +2,2% respectivamente. Las expectativas del mercado apuntan a que la inflación nacional correspondiente a abril, que será publicada próximamente por el INDEC, se ubicará por debajo del +3%, lo que confirmaría la tendencia de desaceleración inflacionaria que busca consolidar el gobierno como parte central de su programa de estabilización económica.