La inflación en la Ciudad de Buenos Aires marcó una aceleración en marzo, registrando un incremento mensual del 3,2%, según los datos publicados por la Dirección General de Estadística y Censos porteña. Este indicador, que habitualmente anticipa la tendencia del índice nacional, muestra un comportamiento mixto con señales tanto positivas como preocupantes para la economía argentina.
El acumulado del primer trimestre del año alcanzó un 8,6%, mientras que la inflación interanual se ubicó en 63,5%, lo que representa una significativa desaceleración de casi 16 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Esta tendencia bajista en términos interanuales podría interpretarse como una señal positiva para el control inflacionario a mediano plazo, aunque el dato mensual evidencia presiones todavía considerables.
Los rubros que más impactaron en el incremento fueron alimentos y bebidas no alcohólicas con un alza del 4,7%, educación con un notable 14,3% debido a los ajustes en cuotas escolares, y vivienda con un 2,7% impulsado principalmente por aumentos en alquileres y servicios. Estos tres sectores explicaron más del 77% del avance del IPC en el mes. Particularmente alarmantes fueron los incrementos en verduras (25,8%) y carnes (5,7%), componentes fundamentales de la canasta básica. En cuanto a las categorías específicas, la inflación núcleo mostró una desaceleración al 2,7%, mientras que los precios regulados y estacionales aumentaron 4,7% y 3,2% respectivamente.