Los indicadores del sector manufacturero estadounidense ofrecieron lecturas contradictorias en noviembre, evidenciando la persistencia de señales de debilidad en la industria del país norteamericano.
El índice ISM manufacturero marcó 48,2 puntos, manteniéndose en terreno contractivo (por debajo de 50) y resultando inferior tanto al 49,0 previsto como al 48,7 del mes anterior. Este dato sugiere una continuación de la contracción en la actividad industrial. En contraste, la lectura final del PMI manufacturero volvió a indicar expansión con un valor de 52,2 puntos, superando tanto el dato previo como la estimación preliminar, ambos situados en 51,9 puntos.
Esta divergencia entre ambos indicadores refleja las diferentes metodologías y muestras utilizadas por cada índice, generando incertidumbre sobre el verdadero estado del sector manufacturero estadounidense. Mientras el ISM sugiere contracción, el PMI señala crecimiento moderado, un escenario que complejiza la evaluación de la actividad industrial en la mayor economía del mundo.

