Las buenas noticias económicas y políticas impactaron favorablemente en el mercado cambiario argentino. El tipo de cambio oficial retrocedió $10, equivalente a una caída del 0,7%, cerrando en $1.479, frente a los $1.489 del miércoles. Esta baja refleja una mayor estabilidad en el mercado oficial, en un contexto donde las expectativas sobre el diálogo político para la aprobación del presupuesto 2026 y las reformas estructurales mejoraron el clima de negocios.
Los dólares financieros mostraron un descenso más marcado que el oficial. El CCL Senebi cayó 3,7% hasta $1.555, mientras que el MEP acompañó con una baja equivalente, terminando en $1.533,7. Esta contracción en los tipos de cambio paralelos reduce la brecha cambiaria y sugiere una menor presión sobre las reservas del Banco Central. El movimiento coordinado a la baja en ambos mercados refleja una disminución en la demanda de cobertura cambiaria por parte de los inversores.
La convergencia entre el dólar oficial y los dólares financieros representa un dato positivo para la política cambiaria del gobierno. La reducción de la brecha cambiaria facilita la gestión monetaria del BCRA y disminuye los incentivos para operaciones de arbitraje. Este escenario se produce en un contexto donde el gobierno busca mantener la estabilidad del tipo de cambio mientras avanza con su agenda de reformas estructurales, incluyendo la simplificación tributaria que podría impactar positivamente en la actividad económica.

