El mercado de bonos del Tesoro estadounidense cerró con movimientos divergentes en las distintas duraciones de la curva de rendimientos. La tasa del Treasury a 10 años retrocedió 3 puntos básicos para ubicarse en 3,98%, reflejando compras moderadas de bonos de mayor duración por parte de inversores que anticipan una eventual moderación en la política monetaria.
Por su parte, la tasa del bono a 2 años se mantuvo estable en 3,46%, mostrando menor sensibilidad a los movimientos de la jornada. Esta estabilidad en el tramo corto de la curva sugiere que el mercado mantiene expectativas relativamente firmes sobre la trayectoria de tasas de interés de corto plazo, condicionadas por las decisiones próximas de la Reserva Federal.
El spread entre ambas tasas quedó en 52 puntos básicos, manteniéndose en territorio positivo, lo que indica una curva de rendimientos con pendiente normal. Esta configuración contrasta con períodos anteriores de inversión de la curva y generalmente se interpreta como señal de menor probabilidad de recesión inminente. Los inversores estarán atentos a los datos de inflación de esta semana, que podrían generar volatilidad adicional en el mercado de renta fija y redefinir expectativas sobre el nivel terminal de las tasas de interés en el ciclo actual de política monetaria.

