Horacio Marín, CEO de YPF, reafirmó en un evento internacional la ambiciosa meta de convertir a Argentina en un exportador energético de gran escala, apuntando a superar los USD 30.000 millones anuales en exportaciones para el año 2031. Esta proyección posiciona al sector energético como un motor fundamental para la generación de divisas y el equilibrio de la balanza comercial.
La estrategia de YPF se centra en el desarrollo intensivo del yacimiento no convencional Vaca Muerta, considerado uno de los más importantes del mundo en términos de reservas de shale oil y shale gas. La compañía planifica incrementar significativamente su producción de petróleo, gas natural y GNL (gas natural licuado), este último con particular potencial para mercados asiáticos y europeos que buscan diversificar sus fuentes de aprovisionamiento.
Para alcanzar este objetivo, YPF estima que se requieren inversiones sustanciales en tres áreas críticas: infraestructura de exportación (oleoductos y terminales LNG), profundización de la producción (pozos adicionales y equipos de perforación), y establecimiento de acuerdos internacionales con socios estratégicos. El cumplimiento de esta meta dependerá de la capacidad del país para atraer inversión extranjera directa, mantener estabilidad regulatoria y desarrollar la infraestructura logística necesaria para transportar la producción desde Neuquén hacia los puertos de exportación.

