La deuda soberana argentina en dólares protagonizó una jornada histórica con alzas de entre 14% y 18%, borrando completamente las caídas anteriores y generando un escenario de renovada confianza en los mercados financieros locales. Este repunte extraordinario se produjo en el contexto del respaldo financiero expresado por Estados Unidos a través de su secretario del Tesoro.
El riesgo país experimentó una reducción significativa de 367 puntos básicos, ubicándose en 1.089 puntos básicos, lo que representa una mejora sustancial en la percepción de riesgo crediticio de Argentina. Esta disminución fue impulsada por las expectativas generadas en torno a posibles vías de financiamiento alternativo que podrían facilitar el pago de la deuda que vence en enero por US$ 4.200 millones, así como los compromisos de julio.
El momento de inflexión se produjo cuando Scott Bessent confirmó a través de la plataforma X el respaldo financiero de Estados Unidos, enviando una señal clara al mercado de que ambas partes están dispuestas a explorar diferentes mecanismos de colaboración financiera. Esta confirmación oficial catalizó el rally de los bonos soberanos y marcó un punto de giro en la percepción internacional sobre la capacidad de pago de la deuda argentina.