La inflación estadounidense mostró un repunte en agosto, con los precios al consumidor aumentando 0,4%, la suba mensual más alta en siete meses. Este incremento fue impulsado principalmente por los sectores de vivienda y alimentos, elevando la inflación interanual hasta el 2,9%, frente al 2,7% registrado en julio.
Dentro de los componentes del índice, la categoría de vivienda subió 0,4%, mientras que los alimentos treparon 0,5%, con un incremento del 0,6% en los precios de supermercados. La inflación subyacente (que excluye alimentos y energía) subió 0,3% en el mes y 3,1% en la comparación interanual, reflejando alzas generalizadas en bienes como autos nuevos, ropa y muebles.
Paralelamente, las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo crecieron en 27.000 y llegaron a 263.000, el nivel más elevado desde octubre de 2021. Los mercados proyectan que los aranceles seguirán presionando los precios de los bienes al menos hasta principios del próximo año, aunque se espera que esa dinámica no se traslade con la misma intensidad a los servicios debido a un mercado laboral más débil.