Target Corporation ($TGT) presentó resultados del segundo trimestre que superaron levemente las previsiones del mercado, registrando ingresos de USD 25.200 millones (-0,9% interanual) frente a los USD 24.900 millones esperados y un BPA ajustado de USD 2,05 por encima de los USD 2,04 proyectados. La compañía destacó que la disciplina en el manejo de costos ayudó a compensar presiones por descuentos más agresivos y mayores aranceles, reiterando su guidance anual con una caída de un dígito bajo en ventas y ganancias ajustadas entre USD 7 y 9 por acción.
Sin embargo, las ventas comparables continuaron en terreno negativo (-1,9%), reflejando una demanda minorista aún frágil en el contexto económico actual. Más allá de las cifras financieras, la atención del mercado se centró en la sucesión de liderazgo: Michael Fiddelke, actual COO con más de dos décadas en la compañía, reemplazará a Brian Cornell como CEO a partir de febrero. El nombramiento generó reacciones encontradas entre inversores, algunos preferían un perfil externo capaz de imprimir un cambio más disruptivo, mientras otros valoran su profundo conocimiento del negocio.
Con la acción fuertemente presionada en lo que va del año, la exigencia sobre Fiddelke es elevada: deberá demostrar con rapidez que su experiencia constituye un punto de apoyo para la recuperación en un sector retail altamente competitivo. La compañía enfrenta el desafío de recuperar terreno frente a competidores como Walmart, Costco y Amazon, en un entorno donde la presión sobre márgenes y la evolución del consumo plantean retos estructurales significativos para el modelo tradicional de retail.