La reapertura del bono de referencia a 10 años por USD 42.000 millones mostró signos de debilidad tras una floja licitación a 3 años. El rendimiento máximo se ubicó en 4,255%, inferior al 4,362% registrado en julio y el más bajo desde diciembre. Sin embargo, estos datos positivos en términos de rendimiento contrastan con indicadores de demanda menos favorables.
La relación de cobertura se redujo significativamente de 2,611 a 2,351, alcanzando el menor nivel desde agosto de 2024 y situándose por debajo del promedio de las últimas seis licitaciones (2,58). Esta reducción en la cobertura sugiere una menor demanda de los inversores por los bonos del Tesoro estadounidense, lo que podría indicar cambios en las expectativas del mercado sobre la política monetaria futura.
A pesar de estos datos que reflejan cierta fragilidad en el resultado de la licitación, los rendimientos de los bonos no reflejaron completamente esta debilidad. Los precios parecen estar influenciados, al menos en el corto plazo, por la posible nominación del sucesor de Adriana Kugler, probablemente por parte de la administración Trump, para liderar la Reserva Federal. Esta expectativa está generando movimientos en el mercado de bonos independientemente de los fundamentales de oferta y demanda.