La expectativa de nuevos acuerdos comerciales antes del 1° de agosto, junto con el anuncio de una próxima reunión entre Estados Unidos y China confirmada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, renovó el apetito por los instrumentos de renta fija. En consecuencia, las tasas de los bonos del Tesoro de Estados Unidos descendieron significativamente.
La UST10Y y la UST30Y cayeron 4 puntos básicos, ubicándose en 4,33% y 4,9% respectivamente, mientras que la UST2Y retrocedió 3 puntos y cerró en 3,82%. Esta baja en las tasas impulsó al índice general de bonos del Tesoro, que subió 0,2%. También se beneficiaron los bonos de mercados emergentes, que avanzaron 0,3%; los corporativos Investment Grade, con una suba de 0,2%; y los High Yield, que crecieron 0,1%.
Por otro lado, el comportamiento del mercado accionario fue más dispar. El Dow Jones logró una leve suba del 0,2%, el S&P 500 cerró prácticamente sin cambios, y el Nasdaq cayó un 0,5%. Algunas empresas pesaron negativamente en el desempeño general: Philip Morris se desplomó 7,4% tras reportar ingresos por debajo de las expectativas; Lockheed Martin perdió 8,5% por resultados decepcionantes; y General Motors cayó 7% luego de advertir que el impacto de los aranceles será más fuerte durante la segunda mitad del año.