El Fondo Monetario Internacional alertó sobre un aumento significativo en los desequilibrios externos durante 2024, revirtiendo la tendencia de corrección observada desde la crisis financiera de 2008-2009. Según el External Sector Report, los saldos de cuenta corriente pueden generar tensiones si se amplían en exceso.
En concreto, el déficit externo de Estados Unidos se incrementó en 228.000 millones de dólares, alcanzando 1,13 billones, lo que representa el 1% del PBI global. Paralelamente, los superávits de China y la eurozona se expandieron en 161.000 y 198.000 millones respectivamente. El FMI advierte que estos desequilibrios persistentes, sumados a la incertidumbre fiscal y el aumento de tensiones comerciales, podrían afectar el clima financiero internacional.
El organismo atribuye estos desbalances a distorsiones internas. En los países deficitarios, como Estados Unidos, prevalecen políticas fiscales expansivas, mientras que en los superavitarios, como China, existen sistemas de protección social insuficientes que fomentan el ahorro precautorio. El FMI propone que Estados Unidos reduzca su déficit fiscal, que China incentive el consumo interno y que Europa aumente su inversión en infraestructura.