El primer semestre de 2025 dejó un superávit comercial energético de USD 3.761 millones, representando el mejor resultado en 35 años para el sector. Este desempeño excepcional se explicó por un fuerte incremento en las exportaciones de petróleo gracias al desarrollo de Vaca Muerta y una significativa baja en las importaciones, producto de la entrada en funcionamiento del Gasoducto Perito Moreno.
En junio, las exportaciones de crudo alcanzaron casi 400 mil barriles diarios, generando USD 739 millones incluso con un precio del Brent inferior a USD 70. En términos interanuales, la balanza energética creció 53%, mientras que la balanza comercial general se deterioró por un fuerte aumento de las importaciones, especialmente desde Brasil y China.
Este nuevo dinamismo del sector energético resulta clave frente al deterioro estructural de otras cuentas externas. Después de más de una década de déficits acumulados, el sector se convierte en una fuente neta de divisas no solo en términos comerciales, sino también financieros. Un ejemplo es el reciente préstamo sindicado de USD 2.000 millones obtenido por el consorcio VMOS S.A. (que incluye a YPF, Vista, Pampa, Chevron, entre otros), con el objetivo de expandir la infraestructura exportadora y avanzar hacia la autosuficiencia energética. Las proyecciones privadas estiman un superávit energético anual de entre USD 6.000 y 8.000 millones.