El Departamento de Comercio de Estados Unidos confirmó que la reanudación de las ventas de chips H20 de Nvidia a China forma parte de los acuerdos exploratorios en el marco de las negociaciones entre ambas potencias por tierras raras. Esta decisión se materializó tras la reciente reunión entre el CEO de Nvidia, Jensen Huang, y el presidente Donald Trump, generando un impacto significativo en los mercados tecnológicos globales.
Los chips H20 representan la versión más avanzada que Nvidia puede comercializar en el mercado chino bajo las actuales restricciones comerciales, aunque con capacidades de procesamiento limitadas respecto a los modelos disponibles globalmente. A pesar de estas limitaciones técnicas, mantienen compatibilidad con el ecosistema de software de Nvidia, que se ha posicionado como estándar de la industria en soluciones de inteligencia artificial.
La medida generó críticas significativas por parte del Congreso estadounidense, particularmente del representante demócrata Raja Krishnamoorthi, quien calificó la decisión como «incoherente y peligrosa», argumentando que podría comprometer la ventaja tecnológica estadounidense frente a sus adversarios estratégicos. Jensen Huang advirtió que perder el mercado chino podría comprometer el liderazgo global de Nvidia, especialmente en momentos en que Huawei y otros fabricantes locales intentan capturar la demanda mediante alternativas domésticas. Un grupo bipartidista del Senado estadounidense solicitó al ejecutivo que evite mantener vínculos con entidades vinculadas al aparato militar o de inteligencia de China, reflejando las tensiones geopolíticas subyacentes.