El nuevo acuerdo comercial con Vietnam representa el tercero en una serie de pactos comerciales recientes, tras los acuerdos con Reino Unido y China. Este acuerdo establece un arancel del (+20%) a productos vietnamitas, con una penalización adicional del (+40%) si contienen insumos chinos, marcando una clara estrategia de diversificación de la cadena de suministro alejándose de la dependencia china.
La estructura del acuerdo permite exportaciones estadounidenses libres de aranceles hacia Vietnam, creando oportunidades para las empresas americanas en el mercado vietnamita. Esta medida ha beneficiado particularmente a compañías que previamente trasladaron su producción a Vietnam como estrategia de diversificación, siendo Nike (NKE) un ejemplo destacado con un alza del (+5%) en sus acciones tras el anuncio.
La política arancelaria diferenciada basada en el contenido chino de los productos vietnamitas representa una sofisticada herramienta de política comercial que busca incentivar la desvinculación de las cadenas de suministro chinas sin penalizar excesivamente a los socios comerciales alternativos. Esta estrategia refleja un enfoque más matizado del proteccionismo comercial, que busca equilibrar la protección de la industria doméstica con el mantenimiento de relaciones comerciales beneficiosas con aliados estratégicos en la región Asia-Pacífico.