Las acciones estadounidenses comenzaron la semana con subas generalizadas, impulsadas por un menor temor a una escalada del conflicto geopolítico. El S&P 500 y el Dow Jones subieron 0,8%, mientras que el Nasdaq ganó 0,9%, reflejando un mejoramiento en el sentimiento de los inversores.
El retroceso del petróleo impactó negativamente en el sector energético, con ExxonMobil y Chevron cayendo entre 2% y 3%. Esta divergencia sectorial evidencia cómo los movimientos en commodities influyen directamente en las valuaciones de las empresas relacionadas con energía.
En el plano corporativo, Tesla lideró con un alza superior al 9% tras presentar sus primeros taxis autónomos, mientras que AMD avanzó 1% tras una mejora de recomendación, traccionando al sector tecnológico. Estos movimientos específicos demuestran cómo las innovaciones tecnológicas y los cambios en perspectivas analíticas impulsan la performance individual de las acciones.