La escalada de tensiones en Medio Oriente continuó impulsando el precio del petróleo, que subió 1% en la semana y cerró en USD 74 por barril (WTI). Desde el inicio del conflicto, el crudo acumula una suba del 8% y en lo que va de junio avanza un 23%, equiparando su desempeño anual frente a otros commodities.
El petróleo WTI se ha posicionado como uno de los principales beneficiarios de la incertidumbre geopolítica, reflejando las preocupaciones del mercado sobre potenciales disrupciones en el suministro energético global. Este comportamiento alcista contrasta con el desempeño de otros activos tradicionalmente considerados refugio durante períodos de tensión internacional.
Por el contrario, el oro no logró posicionarse como refugio durante esta semana de tensiones: retrocedió 1,9% hasta USD 3.368 la onza, a pesar del mayor riesgo global. Esta divergencia entre commodities energéticos y metales preciosos ilustra cómo los diferentes factores geopolíticos impactan de manera desigual en los mercados de materias primas.