En el mercado de deuda estadounidense, la subasta de bonos del Tesoro a 3 años captó una demanda récord, con una colocación de 58.000 millones de dólares que reflejó un marcado apetito por papeles de duración intermedia. El rendimiento se ubicó en 3,49%, por debajo del 3,67% del mes previo y en su nivel más bajo desde septiembre de 2024.
Los indicadores internos de la subasta reforzaron la solidez del resultado, con la relación demanda cobertura alcanzando 2,726%, veinte puntos básicos más que en agosto y el nivel más alto en siete meses. Los compradores indirectos (principalmente bancos centrales extranjeros y fondos de inversión) adquirieron el 74,24% de la emisión, frente al 53,99% del mes anterior.
En contraste, los compradores directos tomaron el 17,39% y los dealers primarios apenas el 8,37%, el registro más bajo registrado hasta ahora. Este resultado se enmarca en un contexto de expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, lo que explica el fuerte apetito de los inversores por instrumentos de duración intermedia.