Los bonos del Tesoro estadounidense cerraron el jueves con una leve suba en el tramo corto, mientras el rendimiento a 2 años trepó +2 puntos básicos hasta 3,50%, y el de 10 años se mantuvo estable en 4,03%. La curva se mantiene invertida, aunque con señales de ligero empinamiento intradía, reflejando la expectativa de una política monetaria restrictiva por más tiempo.
El mercado continúa evaluando los próximos pasos de la Reserva Federal (Fed) tras los últimos datos de inflación y empleo. Operadores consideran que el organismo mantendrá las tasas sin cambios en la próxima reunión del FOMC, aunque sin descartar ajustes en diciembre si la actividad repunta.
La persistente inversión de la curva refleja prudencia inversora y menor apetito por riesgo de largo plazo, con implicancias sobre el financiamiento corporativo y la renta variable.

