Los bonos del Tesoro estadounidense experimentaron presión vendedora tras los anuncios arancelarios de la administración Trump, a pesar de que la Fed dejó abierta la puerta a recortes de tasas. El índice de bonos del Tesoro cayó 0,3% en la semana y 1,2% en el mes, reflejando las preocupaciones sobre el impacto inflacionario de las nuevas políticas comerciales.
Los bonos Investment Grade fueron los más castigados, registrando una baja semanal del 0,9% y mensual del 1,4%. Los bonos High Yield también cayeron, aunque en menor medida: 0,4% semanal y 0,8% mensual. Esta diferenciación refleja la mayor sensibilidad de los bonos de mayor duración a los cambios en las expectativas de política monetaria.
Los bonos emergentes retrocedieron 0,8% en la semana y 0,9% en las últimas dos semanas, aunque lideran el rendimiento del año con un 3,9%, superando significativamente al 1,2% del índice agregado de EE.UU.. Esta performance relativa sugiere que los mercados emergentes mantienen atractivo para los inversores globales en busca de mayor rendimiento.