El mercado de crédito estadounidense mostró un comportamiento positivo en la jornada de ayer, con avances en varios segmentos clave impulsados por las crecientes expectativas de una política monetaria más flexible por parte de la Reserva Federal en los próximos meses. Los bonos corporativos con grado de inversión (Investment Grade) registraron un incremento del (+0,3%), replicando el desempeño favorable de los títulos del Tesoro norteamericano.
Los bonos de mercados emergentes también lograron avanzar, aunque con una magnitud más modesta del (+0,1%), reflejando un cauteloso optimismo sobre las economías en desarrollo ante la perspectiva de tasas de interés más bajas en Estados Unidos. Este comportamiento sugiere que los inversores están comenzando a posicionarse ante un escenario de mayor liquidez global que típicamente beneficia a los activos de mayor riesgo, aunque manteniendo cierta prudencia dado el actual contexto de incertidumbre macroeconómica.
Por su parte, el segmento de bonos de alto rendimiento (High Yield) se mantuvo sin cambios significativos durante la sesión, evidenciando una postura más conservadora de los inversores hacia los activos de mayor riesgo crediticio. Esta estabilidad contrasta con el avance en otros segmentos del mercado de renta fija y podría interpretarse como una señal de cautela ante posibles deterioros en la calidad crediticia de los emisores más vulnerables en un entorno de desaceleración económica. El comportamiento diferencial entre los distintos segmentos del mercado de crédito refleja una creciente selectividad por parte de los inversores, que buscan equilibrar las oportunidades de rendimiento con la preservación de capital en un contexto de transición en la política monetaria.