Los bonos Globales en dólares cerraron la jornada con caídas de hasta 0,4%, con los tramos cortos liderando las bajas, específicamente el GD30 y GD29. El resto de la curva soberana en moneda extranjera finalizó con descensos marginales, con la excepción del GD38 que logró terminar sin variaciones. Este comportamiento estuvo en línea con lo observado en el mercado global de bonos emergentes, donde el ETF EMB también mostró escasa variación.
En contraste, la demanda por instrumentos en pesos experimentó un notable incremento. Las LECAPs registraron subas de hasta 3,4%, mientras que los BONCAPs escalaron hasta un 5,6%, y los bonos duales avanzaron hasta un 3,5%. Este renovado interés por los activos denominados en moneda local refleja un cambio en las expectativas de los inversores.
Los futuros de dólar sufrieron un desplome generalizado a lo largo de toda la curva, con caídas que oscilaron entre el 5,6% y 6,2%. El contrato correspondiente al mes de abril cerró en $1.152, ubicándose incluso por debajo del A3500 actual. Esta situación provocó un fuerte descenso en las tasas implícitas: el mes de abril se posicionó en terreno negativo con -37,3% TEA, mayo retrocedió desde 42,6% a 5,2%, y junio pasó de 37,7% a 13,6%.