Las principales bolsas estadounidenses concluyeron la jornada con resultados mixtos, reflejando la incertidumbre que prevalece en el actual contexto económico. El Dow Jones Industrial Average logró avanzar un 0,4%, mientras que el S&P 500 también finalizó en terreno positivo con una suba del 0,2%. Por su parte, el índice Nasdaq, de mayor componente tecnológico, experimentó un retroceso marginal del 0,1%, evidenciando las diferentes velocidades a las que se mueven los distintos sectores de la economía norteamericana.
En el mercado de renta fija, los rendimientos de los Treasuries experimentaron descensos generalizados a lo largo de toda la curva. La tasa a 10 años, referencia clave para numerosos instrumentos financieros, se redujo en 1 punto básico hasta situarse en el 4,17%. De manera más pronunciada, la tasa a 2 años registró una disminución de 4 puntos básicos, ubicándose en el 3,61%. Esta caída en los rendimientos de los bonos gubernamentales estadounidenses suele interpretarse como un refugio de los inversores ante expectativas de menor crecimiento económico.
Para la apertura de la nueva semana, los futuros de los principales índices comenzaron en territorio negativo, con el S&P 500 retrocediendo un 0,8%, lo que podría poner fin a una extraordinaria racha alcista de nueve jornadas consecutivas, la más extensa desde noviembre de 2004. Simultáneamente, los futuros del Nasdaq caen un 1%, y los del Dow Jones aproximadamente 270 puntos. Este cambio de tendencia ocurre en un contexto marcado por la creciente incertidumbre respecto a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, después de que el presidente Donald Trump declarara que no tiene previsto dialogar con su homólogo chino, Xi Jinping, en los próximos días.